Myanmar (Birmania): crisol de culturas y paisajes
Refugiado entre China, Tailandia y La India, Asia oculta uno de los destinos más bellos del mundo: Myanmar (Birmania), un país que ofrece una mezcla de culturas evidenciada gracias a la pluralidad de idiomas, en los sabores de sus platos tradicionales y en la música, la cual combina estilos, melodías e instrumentos característicos de diferentes regiones.
Templos, pagodas y Buda
Para recorrer Myanmar (Birmania), el visitante puede comenzar con una estadía en Mandalay, la que fuera la primera capital del país. Allí se pueden conocer algunas atracciones como el Shwenandaw Kyaung el antiguo palacio del Rey Mindon que en la actualidad funciona como monasterio. Este edificio es consagrado como un exponente de la autóctona arquitectura birmana. Otro de los atractivos del lugar son las escaleras espiraladas que permiten ascender a la cima de la colina de Mandalay; desde allí se puede gozar de una vista única de los templos y la ciudad.
A pocos kilómetros de Mandalay, el turista puede acceder a las ciudades imperiales de Ava, Sagaing y Amarapura; o, haciendo gala del espíritu aventurero, embarcarse para acceder a la ciudad de Mingún, a la que sólo se puede llegar navegando.
La ciudad de Bago (Pegu), por su parte, es una excelente opción para continuar con el recorrido por Myanmar (Birmania). Aquí se pueden visitar la enorme estatua de Buda reclinado denominada Shwethalyaung y dos reconocidas pagodas: Hintha Gone y Shwemawdaw.
Ya en la ciudad de Yangon (Rangún), se puede disfrutar de un paisaje completamente diferente. En este lugar, los barrios están emplazados en medio de la jungla. Entre los tradicionales edificios coloniales, se puede conocer el histórico Hotel Strand y la pagoda dorada Sswedagon, que se encuentra ubicada en la cima de la colina y rodeada de pabellones, estatuas y templos.